Thursday, August 23, 2007
Sunday, March 25, 2007
El verdadero final de la bella durmiente
aquí puedes descargar el libro, escribe el número que te pide y presiona "pedir".
Saturday, March 17, 2007
Tuesday, February 20, 2007
Tuesday, February 13, 2007
Wednesday, January 24, 2007
Textos futuristas
Velemir Jliébnikov
1.- "Exorcismo con risa"
¡Ah, sonreíd, reidores!
¡Ah, engreíd, risueños que reís con risotadas! ¡Qué hazmerreír ridículos!
¡Ah, reíd risiblemente!
¡Ah, sonrisueños rientes —- risoteos de irrisorios risibles!
¡Ah, risibilidades, ridícula rísica de irrisibles rientes!
Ristoleros, ristoleros,
risos irrisorios, risadas reidoras,
irrisorios, irrisorios.
¡Ah, sonreíd, risueños!
2.- "Los piojos me rogaban"
Los piojos me rogaban inútilmente
mientras trepaban cada mañana por mis vestidos,
y cada amanecer los ejecutaba
escuchando sus crujidos,
aunque siempre afluían de nuevo tranquilamente.
Rusia, yo te he donado
mi blanco cerebro divino:
soy yo, soy Jliébnikov.
Hundí las estacas, los ejes, en el alma del pueblo,
y levanté sobre pilotes una casa,
«Nosotros los futurianos».
Hice todo ello como un miserable,
un ladrón, dondequiera maldito por las gentes.
Tristán Tzara
3.- "Para hacer un poema dadaísta"
Coja un periódico. Coja unas tijeras. Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema. Recorte el artículo. Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa. Agítela suavemente. Ahora saque cada recorte uno tras otro. Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa. El poema se parecerá a usted. Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.
"Un ejemplo":
cuando los perros atraviesan el aire en un diamante como las ideas y el apéndice de la meninge señala la hora de despertar programa (el título es mío) premios son ayer conviniendo en seguida cuadros / apreciar el sueño época de los ojos / pomposamente que recitar el evangelio género se oscurece / grupo el apoteosis imaginar dice él fatalidad poder de los colores / talló perchas alelado la realidad un encanto / espectador todos al esfuerzo de la ya no es 10 a 12 / durante divagación caracoleos desciende presión / volver de locos uno tras otro sillas sobre un monstruosa aplastando el escenario / celebrar pero sus 160 adeptos en paso en los puestos en mi nacrado / fastuoso de tierra plátanos sostuvo esclarecerse / júbilo demandar reunidos casi / de ha la uno tanto que le invocaba de las visiones / de los canta ésta ríe / sale situación desaparece describe aquella 25 danza salve / disimulé todo de no es fue / magnífica la ascensión tiene la banda mejor luz cuya suntuosidad escena me music-hall / reaparece siguiendo instante se agitar vivir / negocios que no prestaba / manera palabras vienen esa gente
Vladimir Maiakovski
4.- "conversación con un inspector
de impuestos sobre poesía"
¡Ciudadano inspector de impuestos! Perdone que le moleste. Gracias.... no se preocupe.... me quedaré de pie.
Mi asunto es de carácter delicado:
sobre el lugar del poeta en una sociedad de trabajadores.
Junto con los propietarios de tiendas y propiedades agrícolas, estoy sujeto también a impuestos y penalizaciones.
Me reclama usted quinientos por el semestre
y veinticinco por no presentar mi declaración.
Mi trabajo es como cualquier otro trabajo.
Fíjese: mire qué pérdidas he tenido,
qué gastos tengo en mi producción,
y cuánto se gasta en materiales. Usted sabe, por supuesto, lo del fenómeno llamado «rima». Supongamos que un verso acaba con la palabra «giro»;
entonces, dos versos después, repitiendo las sílabas,
ponemos algo así como «tiroriro».
En el lenguaje, la rima es como un pagaré
que vence dos versos después —ésa es la regla—.
Y uno busca la calderilla de sufijos e inflexiones
en la saqueada caja de las declinaciones y conjugaciones.
Empieza uno incrustando una palabra en un verso,
pero no encaja —se la fuerza y se rompe—.
Ciudadano inspector de impuestos, le doy mi palabra:
las palabras le cuestan al poeta mucho dinero.
En nuestro lenguaje la rima es un barril:
un barril de dinamita. La rima es una espoleta.
El verso se deshace hacia el final y estalla:
y la ciudad salta al cielo volada en una estrofa.
¿Dónde va a encontrar, y con qué tarifa de valoración,
rimas que apunten y maten de un solo disparo? Quizá queden cinco o seis rimas sin usar solamente en algún sitio como Venezuela.
Y así tengo que visitar países cálidos y fríos.
Allá me precipito, enredado en pagos sobre anticipos y préstamos.
¡Ciudadano! Admítame mis gastos de viaje.
La poesía toda ella es un viaje a lo desconocido.
La poesía es como sacar radium de la tierra:
por cada gramo se trabaja un año.
Por una sola palabra se gastan
miles de toneladas de ganga verbal.
1.- "Exorcismo con risa"
¡Ah, sonreíd, reidores!
¡Ah, engreíd, risueños que reís con risotadas! ¡Qué hazmerreír ridículos!
¡Ah, reíd risiblemente!
¡Ah, sonrisueños rientes —- risoteos de irrisorios risibles!
¡Ah, risibilidades, ridícula rísica de irrisibles rientes!
Ristoleros, ristoleros,
risos irrisorios, risadas reidoras,
irrisorios, irrisorios.
¡Ah, sonreíd, risueños!
2.- "Los piojos me rogaban"
Los piojos me rogaban inútilmente
mientras trepaban cada mañana por mis vestidos,
y cada amanecer los ejecutaba
escuchando sus crujidos,
aunque siempre afluían de nuevo tranquilamente.
Rusia, yo te he donado
mi blanco cerebro divino:
soy yo, soy Jliébnikov.
Hundí las estacas, los ejes, en el alma del pueblo,
y levanté sobre pilotes una casa,
«Nosotros los futurianos».
Hice todo ello como un miserable,
un ladrón, dondequiera maldito por las gentes.
Tristán Tzara
3.- "Para hacer un poema dadaísta"
Coja un periódico. Coja unas tijeras. Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema. Recorte el artículo. Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa. Agítela suavemente. Ahora saque cada recorte uno tras otro. Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa. El poema se parecerá a usted. Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.
"Un ejemplo":
cuando los perros atraviesan el aire en un diamante como las ideas y el apéndice de la meninge señala la hora de despertar programa (el título es mío) premios son ayer conviniendo en seguida cuadros / apreciar el sueño época de los ojos / pomposamente que recitar el evangelio género se oscurece / grupo el apoteosis imaginar dice él fatalidad poder de los colores / talló perchas alelado la realidad un encanto / espectador todos al esfuerzo de la ya no es 10 a 12 / durante divagación caracoleos desciende presión / volver de locos uno tras otro sillas sobre un monstruosa aplastando el escenario / celebrar pero sus 160 adeptos en paso en los puestos en mi nacrado / fastuoso de tierra plátanos sostuvo esclarecerse / júbilo demandar reunidos casi / de ha la uno tanto que le invocaba de las visiones / de los canta ésta ríe / sale situación desaparece describe aquella 25 danza salve / disimulé todo de no es fue / magnífica la ascensión tiene la banda mejor luz cuya suntuosidad escena me music-hall / reaparece siguiendo instante se agitar vivir / negocios que no prestaba / manera palabras vienen esa gente
Vladimir Maiakovski
4.- "conversación con un inspector
de impuestos sobre poesía"
¡Ciudadano inspector de impuestos! Perdone que le moleste. Gracias.... no se preocupe.... me quedaré de pie.
Mi asunto es de carácter delicado:
sobre el lugar del poeta en una sociedad de trabajadores.
Junto con los propietarios de tiendas y propiedades agrícolas, estoy sujeto también a impuestos y penalizaciones.
Me reclama usted quinientos por el semestre
y veinticinco por no presentar mi declaración.
Mi trabajo es como cualquier otro trabajo.
Fíjese: mire qué pérdidas he tenido,
qué gastos tengo en mi producción,
y cuánto se gasta en materiales. Usted sabe, por supuesto, lo del fenómeno llamado «rima». Supongamos que un verso acaba con la palabra «giro»;
entonces, dos versos después, repitiendo las sílabas,
ponemos algo así como «tiroriro».
En el lenguaje, la rima es como un pagaré
que vence dos versos después —ésa es la regla—.
Y uno busca la calderilla de sufijos e inflexiones
en la saqueada caja de las declinaciones y conjugaciones.
Empieza uno incrustando una palabra en un verso,
pero no encaja —se la fuerza y se rompe—.
Ciudadano inspector de impuestos, le doy mi palabra:
las palabras le cuestan al poeta mucho dinero.
En nuestro lenguaje la rima es un barril:
un barril de dinamita. La rima es una espoleta.
El verso se deshace hacia el final y estalla:
y la ciudad salta al cielo volada en una estrofa.
¿Dónde va a encontrar, y con qué tarifa de valoración,
rimas que apunten y maten de un solo disparo? Quizá queden cinco o seis rimas sin usar solamente en algún sitio como Venezuela.
Y así tengo que visitar países cálidos y fríos.
Allá me precipito, enredado en pagos sobre anticipos y préstamos.
¡Ciudadano! Admítame mis gastos de viaje.
La poesía toda ella es un viaje a lo desconocido.
La poesía es como sacar radium de la tierra:
por cada gramo se trabaja un año.
Por una sola palabra se gastan
miles de toneladas de ganga verbal.